Arequipa y los cóndores del Colca

De Huacachina salimos en la noche. Cogimos un bus hacia Arequipa y luego de 12 horas de camino ya estábamos allí. Lo primero que nos cautivó de Arequipa fue su paisaje. La ciudad está rodeada por varias montañas, algunas de ellas son volcanes nevados. Está el Chachani con 6075 metros de altura, el Misti con 5825 y el Pichu Pichu con 5664. Lo más hermoso, es que estos tres volcanes se pueden ver todo el día, porque el cielo de Arequipa es uno de los más azules que haya visto en mi vida. Amanece y el sol sale imponente en un cielo clarito y despejado, lo que permite que desde cualquier punto de la ciudad uno pueda ver las montañas.

En Arequipa estuvimos 2 días, recorrimos su centro histórico reconocido por sus monasterios y claustros, la Catedral central y la Plaza de Armas. También paseamos en la noche y estuvimos en el mercado de San Camilo, donde como en todos los mercados locales que hemos visitado se puede encontrar y comprar de todo. Arequipa fue nuestro punto base para ir a visitar el Cañon del Colca.

Entonces un día en la mañana a las 11:45 am cogimos un bus en el terminal de Arequipa con dirección a Cabanaconde. Luego de 6 casi 7 horas de viaje habíamos llegado. El trayecto en bus fue uno de los más bonitos que hemos recorrido. Al poco tiempo de salir de Arequipa, recorres  la Reserva Nacional Salinas y Aguadas Blancas, donde el paisaje va desde casi desierto hasta los picos nevados del Cañon. Vimos los nevados más altos que lo rodean, muchisimas montañas, cactus gigantes y de ves en cuando mercados muy pequeños de señoras indígenas que llegan a los sitios turísticos a las 6 am a vender cuanta artesanía producen. El Cañon del Colca es uno de los cañones más extensos y profundos del mundo que llega hasta los 3.400 metros. Entonces llegamos a las 7 pm a Cabanaconde, un pueblo muy pequeño, muy frio en la noche, y nos hospedamos en el hostal Pachamama Home, el hostal más recomendado pero que no nos gustó mucho porque sus anfitriones no tenían la mejor energía y sobre todo por él, Alejandro el argentino, que a cada pregunta arrugaba la cara, se tocaba la barbita y decía "chicos, imposible" o " hoy lo veo muy dificil"; igual no le hicimos caso. Lo bueno, sólo por 15 soles tienes una buena cama y un buen desayuno. Dormimos.

Al día siguiente, muy a las 5:30 am estábamos levantados, tomamos desayuno, y en la plaza central del pueblo tomamos un bus que va llenísimo en dirección al mirador Cruz del Cóndor. Dicen que la mejor hora para ver los Cóndores de los Andes va entre las 7 y las 10 am, y nosotros lo comprobamos!!

Llegamos como a las 7:20 am al mirador y nos tocó esperar más de una hora para empezar a ver uno de los espectáculos más impresionantes que hayamos visto en nuestra vida. Nos sentamos en la parte más baja del mirador, donde se puede ver el viaje de los cóndores a ambos lados del valle, y de pronto al lado izquierdo aparecieron los 2 primeros. Al principio los vimos volar muy lejos, y teníamos un poco de envidia de unos señores gringos que tenían unas súper cámaras y unos súper binoculares quienes decían "viste los dedos?", cuando nosotros apenas si alcanzábamos a ver sus grandes y extensas alas. Pero como somos muy suertudos, poco a poco fueron saliendo al vuelo muchos más, y poco a poco se fueron acercando a nuestro gran punto. Salía uno, luego salía una pareja, y así fueron volando más de 20 cóndores, hasta que desde la izquierda se acercó uno tanto, que nos tocó alzar la cabeza hacia el cielo, porque pasó a menos de 2 metros de distancia justo arriba de nosotros. Claro, el susto tenaz!! Porque ver su envergadura de más de 2 metros tan cerca es impresionante. Euse, que estaba demasiado emocionado tomando videos del vuelo de los cóndores, cuando ese condor se acercó tanto, ni siquiera pudo enfocarlo porque pasó tan rápido y tan cerca, que la emoción por estar viendolo y el grito de todas las personas que justo estábamos ahí fue tan espontáneo que no importó nada más.

Pasamos casi 2 horas viendolos volar por el valle del cañon, como dueños y señores de su territorio, fueron y vinieron varias veces, vimos cóndores todos negros, algunos otros pintados de blanco, unos grandes y otros más pequeños, pero todos demasiado impresionantes. En ese momento, me acordé de mis padres, a ellos es gusta mucho mirar las aves por donde van, y seguramente les encantaría ver al ave voladora más grande del mundo: el Cóndor de los Andes.

Luego, como a las 9:30 am, tomamos un bus de regreso a Cabanaconde, porque desde allí se puede hacer una de las caminatas más famosas del Cañon: la bajada al oasis de Sagalle. Sagalle está a 2000 metros de altura y por ahí es una de las formas más cortas de llegar al fondo del cañon. Nos disponíamos a caminar de bajada unas 2 horas y media, disfrutar un poco de las piscinas del oasis y subir de vuelta en una caminata de 3 horas y media. Claro que cuando iniciamos el descenso, nos dimos cuenta que estaba bien empinado, que estaba haciendo un calor infernal y que por más que corriéramos la subida iba a estar muy dura. Sumado a todo esto, por haber disfrutado de casi 1 mes y medio a una altura de 0 metros sobre el nivel del mar por toda la costa ecuatoriana y peruana, los 3000 y pico de metros de altura de la zona nos estaba pegando fuerte y no estábamos en condiciones adecuadas para hacer esta caminata. Igual, bajamos una hora, por un camino empedrado, a veces muy resbaloso, donde el paisaje es divino, abajo veíamos el oasis, y arriba veíamos las montañas nevadas. Descansamos un rato e iniciamos la subida. Una hora y media despúes, estábamos arriba, contentos de no haber bajado más, dadas las condiciones. Esa noche, disfrutamos de una de las mejores pizzas que nos hemos comido en nuestra viaje. En el hostal tienen un horno de piedra y  la pizza de receta italiana es reconocida. Una delicia!

Al otro día, nos disponíamos a regresar a Arequipa, para en la noche tomar otro bus vía Cusco. Claro que no contamos con que no encontráramos tiquetes. Nos tocó primero 2 horas y media de bus hacia  Chivay. Ahí, comprar los últimos 2 puestos en un bus que salía a las 3 pm para Arequipa y llegar justo a tiempo para coger el otro bus, que por cierto ya habíamos pagado y que por nada del mundo podíamos perder. Total, llegamos a tiempo, y seguimos viajando otras 10 horas hasta que a las 7 am llegamos Cusco.

Pasaremos acá un par de días, antes de ir  a Machu Picchu. Ya les contaremos.

Un abrazo,

-Luego subimos más videos dell vuelo de los cóndores.